editorial argentina independiente **** levedad en movimiento
Más que nunca vivos
19 x 16, 88 pp.
En 2019, o tal vez antes –nadie sabe a ciencia cierta el origen–, se gestó un virus que cambiaría la geografía y la historia del planeta Tierra y sus habitantes.
Durante 2020, con el advenimiento de la pandemia, la humanidad intentó sobrevivir y preservar no solo su salud física, sino, también, en muchos casos sobre todo, la mental.
Entre los recursos más destacados para llevarlo a cabo, estuvieron la cocina y los talleres. Y de estos, los literarios sumaron gran cantidad de adeptos. Valeria Wald fue una de ellos. Ya la falta de tiempo no era una excusa para no escribir. Dos talleres y un grupo de Facebook quebraron el dique. Después de eso nunca más dejó de hacerlo.
La Tana y Rulo, en distintas historias, nacen ahí, para, más temprano que tarde, sumados a las poesías, trenzarse para cruzar sus caminos. Luego llegaron los dibujos de María Paula Ratti, vecina y amiga de Wald, que potenciaron más sus rasgos, sus personalidades y su vínculo.
Desde ahí hasta ahora, pasando por la vuelta a la ¿normalidad?, sucedió de todo, pero eso ya da para otra historia.
Más que nunca vivos
19 x 16, 88 pp.
En 2019, o tal vez antes –nadie sabe a ciencia cierta el origen–, se gestó un virus que cambiaría la geografía y la historia del planeta Tierra y sus habitantes.
Durante 2020, con el advenimiento de la pandemia, la humanidad intentó sobrevivir y preservar no solo su salud física, sino, también, en muchos casos sobre todo, la mental.
Entre los recursos más destacados para llevarlo a cabo, estuvieron la cocina y los talleres. Y de estos, los literarios sumaron gran cantidad de adeptos. Valeria Wald fue una de ellos. Ya la falta de tiempo no era una excusa para no escribir. Dos talleres y un grupo de Facebook quebraron el dique. Después de eso nunca más dejó de hacerlo.
La Tana y Rulo, en distintas historias, nacen ahí, para, más temprano que tarde, sumados a las poesías, trenzarse para cruzar sus caminos. Luego llegaron los dibujos de María Paula Ratti, vecina y amiga de Wald, que potenciaron más sus rasgos, sus personalidades y su vínculo.
Desde ahí hasta ahora, pasando por la vuelta a la ¿normalidad?, sucedió de todo, pero eso ya da para otra historia.